jueves, 27 de abril de 2017

Bogotá ¿Mejor para todos?

Bogotá, una ciudad que se acerca  a los  diez millones de habitantes que a diario buscan y rebuscan el dinero con que llevar el pan a la mesa. Bogotá es una ciudad que ha duplicado su población en los últimos 20 años, que acoge a propios y foráneos, a quienes llegan  a la capital con la esperanza de encontrar mejores oportunidades para vivir.

Bogotá ha sido una ciudad que los trabajadores hemos hecho a pulso. Desde los grandes edificios orgullo de la capital, como la torre Colpatria, hasta las vergonzosas lozas del trans milenio. Bogotá es una ciudad que a diario funciona porque hay quienes entregan su tiempo y su vida para que esto sea posible: Aseadoras que limpian centros comerciales, grandes oficinas o casas ajenas. Guardas de seguridad que cuidan conjuntos residenciales, colegios y empresas de todo tipo. Telemercaderistas o “call center” que llamada tras llamada atienden los clientes, toleran sus malos genios y sus rabias. Trasportistas, oficinistas, comerciantes, abogados, mecánicos, vendedores informales, profesores y un sin número de profesiones y oficios que componen más del 90% de la población de la ciudad.

·        Como Doña María, la que se madruga a las 3 de la mañana para estar antes de las siente vendiendo tintos y empanadas en las afueras de las oficinas; la que recorre las calles frías de la urbe con su carro que es su plante, su pan y su vida. La misma  a la que el “Dotor” Enrique Peñalosa un día le hecho la policía por que según él, el espacio debería ser “público”, y en ese “público” no  hay espacio para doña María y su trabajo honesto y duro.

·      Como don José, el viejo que vive  llegando a la esquina, y que ya no consigue trabajo. Por ahí antes él tenía sus citas médicas, lo atendían bien, no lo demoraban tanto, y hasta a veces venían los propios doctores a la casa. Pero ahora le toco volver a hacer las filas desde las 3 de la mañana a para ver si consigue turno. Además dizque en el hospital están sin plata, que ni para comprar las gasas, y los médicos ya ni van a trabajar porque no les están pagando. Es que al “Dotor” Peñalosa le pareció fácil quitarle plata a nuestra salud, y dársela a sus amigos que hacen bolardos, reductores de velocidad de plástico, y lozas de transmilenio. Tanto que dice ese viejo que va a arreglar las calles,  y no ve que el puente de la sevillana tiene un hueco grandísimo.

·        Como la gente de Suba Bilbao, que sin un trabajo estable y sin plata, se fueron a vivir a la invasión, para poder medio tener donde meter la cabeza, y resulta entonces que le mandaron la policía y les quemaron las casas. Es que el “Dotor” Peñalosa como que tiene su buen negocio con las constructoras, y prefiere dejar a 120 familias sin techo que dejar de ganarse sus buenas comisiones.

·        Como todos los que a diario nos toca montarnos en esa mugrera de trasmilenio, los buses cada vez más apretados, más lentos, casi dos horas para llegar a la casa después de camellar.

En definitiva somos una gran  masa de trabajadores y trabajadoras, gente honesta, humilde, amable, colaboradora, gente que cuando puede hace un favor, que comparte aunque sea un tinto, y que somos  el motor de la economía y de la ciudad.

Pese a que somos la mayor parte de la población, unos pocos, “los de arriba”, los ricos, hacen  lo que quieren con el dinero público (pagado con nuestros impuestos) y definen a su antojo los rumbos de la capital.

Para el  alcalde actual Enrique Peñalosa, de figura engreída y Cinismo perverso, pareciera que no existieran límites: La venta de la Empresa de Telecomunicaciones de Bogotá (vender la vaca y comprar leche), la negativa a construir el metro  como solución estructural al problema de trasporte de la ciudad, la entrega de colegios públicos en concesión a empresas privadas, la reducción del subsidio de trasporte a personas en condición de discapacidad, el cierre de servicios de salud y la no compra de insumos para la atención en la red de hospitales públicos, son algunas de las problemáticas que a diario debemos vivir a cuenta del modelo económico, político y social de quienes quieren quedarse con todo, ganar todo, y no permitir que los y las trabajadoras podamos salir adelante.

En este primero de Mayo, día de los y las trabajadoras, tomémonos un  momento para recordar lo vivido, lo aprendido y lo soñado. Recordemos que somos un pueblo Digno, que merecemos un servicio de salud que  nos brinde atención oportuna y de calidad. Recordemos que los barrios que nos vieron crecer fueron tierras tomadas, y que las casas las construimos a pulso, y que toda familia debería tener el derecho a tener un techo sobre su cabeza, la barriga llena, una buena educación y un buen trabajo.

Que este sea el momento de  encender nuestras voces y nuestros sentires más íntimos frente a una lucha que ha recorrido caminos, travesías, llantos y alegrías…. Es por eso que este 1 de mayo hacemos un llamado a resistir a luchar y a gritar por eso que tanto anhelamos:  La libertad, la felicidad  y la dignidad de nuestros pueblos…. En estos momentos reivindicamos todas las luchas y todas las manifestaciones que diferentes organizaciones y personas han hecho por exigir sus derechos, y les invitamos para que sea  aquí, en la calle, en la plaza, en el abrazo y en la palabra, en  donde nos encontramos para contar cuales han sido nuestras demandas, y cuáles son nuestras peticiones.


Desde la cumbre Urbana y Popular, los y las invitamos a que hombro a hombro, con humildad y respeto, construyamos una ciudad al tamaño de nuestros sueños.

miércoles, 5 de abril de 2017

$200 QUE SOLO BENEFICIA A LOS GRANDES DUEÑOS DE TRANSMILENIO

Cuando se anunció el aumento de las tarifa en el pasaje de Transmilenio, lo que se sintió en el ambiente de la ciudad fue un aire de descontento, de vulneración y rabia, otra vez el alcalde tomando medidas económicas para “salvar de la ruina el sistema de transporte” cuando lo que en realidad busca es generar mayores ganancias para unos pocos, esos pocos que son los dueños de los tramos del Transmilenio.

En la última administración el pasaje de Transmilenio no tuvo un aumento de la tarifa, es más se redujo en horas valle y se comprometió con los ciudadanos de escasos recursos. Que no hubiera un aumento no significa que tuvieran pérdidas, solo que no tendrían mayores ganancias, cabe anotar que estas ganancias son para el sector privado que se benéfica con el 95% de ellas ya que al distrito le quedan solo el 5% de los cuales tiene que sacar para reparar las losas y pagar la seguridad extra (entiéndase más policía que cuide las estaciones) estos gastos nunca los van asumir los operadores privados.

Cuando el servicio no se presta bien es obvio que la gente se sienta inconforme y proteste por un derecho que en este caso es el de la movilidad y un transporte digno, por esta razón se puede entender que en las últimas semanas se hayan registrado diferentes manifestaciones de inconformismo por parte de diversos sectores, entra las cuales se pueden nombrar las constantes protestas en las universidades públicas, los bloqueos de los portales, las colatones, las movilizaciones a las alcaldías locales como ocurrió en San Cristóbal y bloqueos intermitentes en varias estaciones, y el común denominador es que para todos subirle el pasaje a un servicio que no cumple con las mínimas condiciones de dignidad para sus ciudadanos.

Y como es costumbre las grandes noticieros se hacen los de la vista gorda, como si en la ciudad no pasara nada, tener la calle 72  entre la caracas y la carrera 11 paralizada para por 8 horas, o el centro de la ciudad entre calle 32 y av. Jiménez de la caracas a la 7° por 5 horas, o bloqueos en la 26, la 30, o los portales cerrados por más de 3 horas para los grandes medios eso no es noticia, y quieren tapar el sol con un dedo, pero si le sumamos todo lo que viene pasando en la ciudad podemos darnos cuenta que esta ciudad se le está saliendo de las manos al “dotor” alcalde.

Es que aumentar $200 pesos equivale a subirle un 10% al pasaje, osea $400 pesos en el día, $12.000 pesos en el mes y $144.000 al año, y si relacionamos los $300 que equivale subirle un 17,64% que es el aumento del SITP y que varios lo van a tomar por ser más “económico” que transmilenio las cuentas son asi $600 al día, $18.000 al mes y $216.000 al año, estas cuentas son persona, imaginese una familia que viajen 2 o 3 la cuenta se incrementa más, cuando el salario mínimo subió el 7%, eso es no tener en la cabeza lo perjudicial que es para el bolsillo de las familias, y cuando subió el iva del 16% al 19%, y sin contar toda la gente que se quedó sin trabajo porque de la noche a la mañana acabaron todos los proyectos sociales, y eliminar los avances en salud y ambiente, solo por un capricho de construir una ciudad donde invierte el 50% de sus recursos según el plan de desarrollo en construcciones y vías, cuando la ciudad no es solo cemento.

Para el alcalde $200 pesos no es mucho pero para una familia humilde equivale a un pan o  dos contando el viaje de ida y vuelta y ese aumento al año de $144.000 equivale a la pinta de fin de año, o los $216.000 podrían invertirse en los útiles escores o las onces para el colegio, de la forma más cínica están condenando a los ciudadanos a la pobreza, a pagar a los ricos con el sudor de nuestro trabajo, los ciudadanos no somos violentos pero si nos da rabia que se aprovechen hasta el cansancio de la gente trabajadora.

Por todo esto seguimos exigiendo a Transmilenio y a la alcaldía de Bogotá a:

1.  Reducción de los pasajes en Transmilenio
2.Tarifa preferencial para estudiantes
3. Mayor frecuencia en las rutas de los buses rojos
4. Mas rutas del SITP
5. Mejores garantías laborales para los trabajadores de Trasnmilenio
6. Mas rutas alimentadoras donde el SITP no llega

Cronologia de protestas frente a la movilidad

El 12 de noviembre de 2011, el Gerente de Transmilenio Fernando Páez, informó a los medios de comunicación que en lo corrido del año se habían registrado más de 200 protestas en contra del servicio de Transmilenio por usuarios que reclamaban por la falta de buses y la gran congestión de pasajeros en cada estación.[1]

Las protestas ciudadanas motivadas por el servicio de trasporte público han sido una constante en Bogotá. Tal vez la más antigua sea el boicot que los bogotanos adelantaron contra la empresa norteamericana: The Bogotá City Railway Company, encargada de prestar el servicio de tranvía en la ciudad. El descontento por las demoras en la prestación del servicio que hacía que un viaje entre la Plaza de Bolívar y Chapinero durara hasta dos horas, también influyo el creciente sentimiento antinorteamericano surgido después de los sucesos de Panamá y los abusos de los hermanos Martin, administradores de la empresa. En marzo de 1910 uno de los Martin agredió a golpes a un usuario lo que motivo una encendida respuesta de los ciudadanos que se lanzaron contra los tranvías y las oficinas de la empresa, los acontecimiento no pararon allí, porque la protesta se transformó en un boicot al uso del servicio, incluso aparecieron letreros que advertían: “todo colombiano que use el tranvía será considera un yanqui”. Estos sucesos llevaron a que la administración municipal adquiriera la empresa de transporte por el doble de su valor.

Alfonso Torres[2] encontró que entre 1958 y 1974 se presentaron en Bogotá 12 grandes protestas motivadas por el servicio de transporte, las más significativas en 1959, 1963, 1965, 1973 y 1974. El 1 de enero de 1959 el gobierno expidió un decreto que elevó las tarifas de 0.10 centavos a 0.12.5 centavos para estudiantes y de 0.10 centavos a 0.25 centavos para los demás usuarios. El 7 de enero la protesta popular estalló con bloqueos en los barrios, buses apedreados y tachuelas regadas por toda la ciudad, en la tarde los sucesos se desplazaron al centro dónde estudiantes y obreros marcharon unidos impidiendo la prestación del servicio. Los acontecimientos del 7 de enero lograron que el gobierno echara atrás el incremento al transporte. Las protestas de los años siguientes tuvieron resultandos muy parecidos.

Uno de los puntos del pliego petitorio del Paro Cívico Nacional de 1977, tuvo que ver con reducir el costo del servicio de transporte y salario fijo para los conductores. El paro cívico de Ciudad Bolívar en los 90s incluyó el reclamo por el costo que representaba tomar bus hasta la parte baja de Ciudad Bolívar y luego un jeep hasta los barrios de la localidad.

Algunas experiencias de derecho al transporte y derecho a la ciudad, pueden ser inspiradoras y servir como referente.

En 1996 en la ciudad de Los Angeles-California, una organización denominada Sindicato de Pasajeros, logró que la autoridad de transporte de esa ciudad fallara a su favor e hiciera una reparación histórica a los "tránsito-dependientes". Baja en el precio de transporte público, aumento de buses y su frecuencia 24 horas del días, siete días a la semana, exigencia de sistemas ambientales de transporte, lucha por la restricción al uso del auto o la moto particular, han sido producto de campañas como "billones para los autobuses", más buses menos policia (en una ciudad caracterizada por la brutalidad policial).

El sindicato de pasajeros de Los Ángeles, además del activismo por el derecho al transporte, ha logrado vínculos con la academia, así como la producción de sus propias investigaciones sobre este asunto, encontrando que para esa ciudad, las políticas del transporte público masivo han estado construidas desde una historia de desigualdad racial y ambiental, que no considera seriamente las necesidades de transporte urbano de las comunidades negras, a su vez las comunidades más pobres de la ciudad. Todo esto llevó a la organización del sindicato y a mantener desde entonces una actividad de movilización, investigación y logros, también derrotas y retrocesos.

En Bogotá el martes 28 de febrero de 2012 fue la toma más larga del Transmilenio, 10 horas de bloqueo, a raíz de este acto y del inconformismo de la gente se creó la unión de usuarios, allí se decide apoyar un comité negociador el cual se reúne con el alcalde, y se presenta un programa mínimo de 5 puntos: 1. Rebaja de la tarifa para todas y todos los usuarios, 2. Aumentar la frecuencia de los articulados y los alimentadores, 3. Disminuir hacinamiento en los articulados y alimentadores 4. Revisar y modificar los contratos que benefician 12 familias, 5. Revisar los contratos del sistema integrado de transporte público (SITP) y que se consulte los intereses de los usuarios antes de implementarlo, al finalizar esa reunión desde la alcaldía se manifiesta el interés de crear los comités de usuarios (ya existían comités desde el 2010 bajo el decreto 239 de 2006).

El jueves 1 de marzo se produce la toma de la estación de Santa Isabel y se va generando un clima de inconformismo y de discusión frente al tema del sistema de Transmilenio.

Esa misma semana se comienza a convocar el 9 de marzo como un día sin Transmilenio, algunos sectores proponen utilizar medios de transporte alternos, otros jornadas informativas y otros tomas como las que ocurrieron en la estación de Banderas y Santa Isabel.

El domingo 4 de marzo de 2012 se convoca a una audiencia pública para dialogar con los responsables de Transmilenio se cita a las 7 de la mañana y se empieza a las 8 de la mañana llegan los representas de Transmilenio, el IDPAC y algunos usuarios del sistema. Comienza la reunión con una exposición de las maravillas del sistema pero no se responde a los 5 puntos que la unión de usuarios ha venido construyendo. Se termina la reunión sin mayores avances. 

El jueves 8 de marzo de 2012 se publicita la posesión de los comités de usuarios, esta reunión se convoca en el auditorio de la alcaldía mayor de Bogotá a las 10 de la mañana, la reunión empieza a las 11 de la mañana  comienza con un balance de los comités creados en el 2010 por la secretaria de movilidad, luego habla un delegado del IDPAC, el gerente de Transmilenio llega tarde habla y se va, luego viene las preguntas y el inconformismo porque no hay nadie del sistema de transporte, ni el alcalde que había confirmado, a las 12 del día llega el alcalde y expresa que se tiene que ir rápido, se habla mucho y se concreta poco.
El 8 de marzo de 2012 en la noche se da un debate en hora 20 con representantes de la unión de usuarios.

El  viernes 9 de marzo de 2012 se produce primero la jornada informativa, y luego sobre las 8 de la mañana comienzan las noticias, bloqueado el portal sur, bloqueado el portal banderas, bloqueado el portal de la 80, bloqueado el portal de Suba, y comienzan los trinos del alcalde, lo cierto es que no se permitirá el bloqueo, llega la policía, el ESMAD, lanzan bombas aturdidoras, gases y la emprenden con los manifestantes. Hacia medio día se generan disturbios en la estación 39, 45, 52, 72 en total 14 puntos bloqueados, en la noche se conoce los resultados de la jornada que nunca propuso atacar el sistema de Transmilenio solo propuso que se escuchara a la gente. Pliego toma 9 de marzo; 1. Tarifa preferencial para: estudiantes, mujeres embarazadas, niños, personas en condición de discapacidad, adultos mayores. 2. Mayor frecuencia y despacho de servicios en todas las troncales. 3. Reducir la tarifa del tiquete. 4. Cambio de buses en mal estado. 5. Mayor frecuencia y despacho de las rutas alimentadoras. 6. Reparación de las losas del mismo sistema por cuenta de ellos.

Entre el sábado 10 y el domingo 11 marzo de 2012 se escucha a todo el mundo lanzando opiniones a favor y en contra, se habla de los destrozos pero no se centran en el problema esencial que llevo a que la gente protestará.

El lunes 12 de marzo de 2012 como respuesta a los hechos del 9 se militariza las estaciones de Transmilenio, más de 2.000 efectivos de la policía, tanquetas y se lanza las fotos del “cartel”  que destrozo las instalaciones de Transmilenio, pero de respuestas concretas para que no vuelva a pasar nada se escucha.

El mismo 12 se da una rueda de prensa de la unión de usuarios de Transmilenio, también una rueda de prensa del senador Robledo y del PDA, y una Rueda de Prensa de Selma Asprilla por declaraciones que dio el domingo  4 de marzo, y sigue el debate en el concejo de Bogotá, y todos los sectores pero  nada que se enfocan en el problema principal para resolver el problema.

Lunes 12 de marzo de 2012  unas 100.000 personas no utilizaron el sistema de transporte esto significa $175.000.000 que no entraron a las arcas del sector privado.

Martes 13 de marzo de 2012 renuncia el gerente de Transmilenio pero no se le acepta la renuncia y se cambia a 6 directivos Se trata del subgerente, Fernando Rojas; el director operativo, Mario Valbuena; el subgerente económico, Rigoberto Lugo; la subgerente técnica, Sandra Ángel; la encargada de desarrollo de negocios, Martha Lucía Gutiérrez; y la encargada de la oficina jurídica, Clara Elena Zabaraín.

En julio de 2012, la Alcaldía de Bogotá, presionada por el creciente descontento y las constantes protestas de los bogotanos por el mal servicio y alto costo de los pasajes en el sistema de transporte Transmilenio ($1.750 pesos), decidió implementar un esquema diferencial de tarifas, entre horas valle y pico, siendo las horas valle aquellas en las que el sistema tiene una menor afluencia de usuarios, y donde el costo del pasaje es de 1.400 pesos, y las horas pico, aquellas en las que el número de usuarios es mayor, y donde el valor del pasaje es de 1.750 pesos. Esta medida supuso que durante 10 horas y media de las diecisiete horas de funcionamiento diario de Transmilenio se pagaba solo 1,400 pesos, y no los 1750 pesos que se pagan durante las restantes siete horas de funcionamiento del sistema. Este esquema diferencial de tarifas según horas pico y valle supuso un alivio para los bolsillos de los bogotanos, que a diario podían llegar a ahorrar 700 pesos en pago de pasajes.

Sin embargo, la Alcaldía de Bogotá a través del decreto 603 del 2013, en un acto que paso inadvertido en los medios de comunicación, y para la mayoría de los bogotanos, decidió modificar los horarios de tarifa diferencial, reduciendo la franja de horas valle, en la que se paga $ 1.400 pesos, de 10 horas y media  a 5 horas y media, aumentando la franja de hora pico de seis a 11 horas y media, obligando a los usuarios a pagar la tarifa plena $1.750 pesos. Esta medida, indudablemente, afecta los bolsillos de los bogotanos, y pone en evidencia el poco margen de acción que le queda al Estado frente a los intereses de los grandes empresarios del transporte, quienes imponen sus condiciones al Estado, a través de contratos amañados e ilegítimos mediante los cuales se garantizan las más altas tasas de ganancia, durante un prolongado periodo de tiempo, atentando gravemente contra los intereses del pueblo en general.

En el 2016 la alcaldía a Cargo de Enrique Peñalosa le subió $200 pesos por encima del aumento del salario mínimo, lo que creo descontente además de eliminar las horas valles so pretexto que Trasnmilenio venia de pérdidas cuando lo que en realidad pasa es que ha tenido es menos ganancias, el Trasnmilenio es un negocio del alcalde Peñalosa y lo quiere volver rentable para él y sus amigos.

En el 2017 vuelve a aumentos $200 en el trasnmilenio equivalente al 10% y en $300 pesos al SITP equivalente al 17.64% mientras el salario minimo subio 7%, esto lleva a que se genere el descontento de la gente lo que se vio manifestado en protestas en las universidades publicas, bloqueos en las estaciones y cierres de los portales de transmilenio, la situación no se ve que mejore y es por eso que en la ultima semana de marzo y primera de abril se vieran manifestaciones diarias producto del inconformismo, la mayoría de estas manifestaciones han terminado en disturbios producto del abuso de fuerza del ESMAD, los cuales han dejado heridos de gravedad y detinidos todos los días.




[1] El tiempo informa de 204 bloqueos y El Espectador de 206 
[2] TORRES, ALFONSO. La Ciudad en la sombra, pág 159, Cinep, Bogotá, 1993

jueves, 5 de enero de 2017

REVOCAR A PEÑALOSA, EL PUEBLO MANDA


Es necesario mirar atrás para no embarrarla en el futuro.

El inconformismo con Enrique Peñalosa es grande y cuando se compara su primer mandato y el actual se puede tener claro lo siguiente:

11. Su política con relación a los vendedores ambulantes se enmarca en recuperar el espacio público pero si se mira más a fondo esa política solo busca que las calles se vean vacías pero no da soluciones reales a los vendedores informales, de primeraso algunos podrían decir y pensar que la ciudad se puede ver más bonita pero al paso de los mesas se volverán a llenar las calles de vendedores informales, por que las soluciones de fondo no se tocan, el desempleo aumenta, la ciudad sigue creciendo, los desplazados siguen llegando.

22. Inicio la construcción de la ciudadela Porvenir en su primer mandato la cual se inundó unos años después (2011) producto de malos estudios que no previeron que podía pasar, ahora intenta hacer otra ciudadela también en Bosa, en otro espacio que también es inundable Campo Verde que es territorio muisca y necesita de consulta previa.

33. El Transmilenio surge en su primer mandato producto de desconocer propuestas de metros subterráneos, es así como nacerá el SITP y se implantará en el resto de ciudades del país, hasta el año 2012 se presentaban hasta 200 bloqueos anuales y en 2012 se congelaría la tarifa y se tendría una tarifa especial en horas valle, pero en su segundo mandato le subiría $200 al pasaje y eliminaría las horas valle, pero el problema continuara porque no cuenta con buses azules que cubran toda la ciudd, los alimentadores no llegan a las zonas lejanas o de difícil acceso al trasnmilenio, los buses rojos no cuentan con una mayor frecuencia todo esto producto de la tabla que maneja osea el IPK Índice de pasajeros por kilometro, sumándole las largas filas y los hacinamientos en las estaciones.

44. En la revista que entrega en diciembre por el periódico el Tiempo y que luego lo entrevistan en la W saca pecho de decir que abrió el San Juan de Dios, pero lo cierto es que las obras la empezó Petro, y que el San Juan de Dios se cerró cuando el “dotor” Peñalosa estaba en su primer mandato y en esa época no hizo nada por evitar su cierre.

Estas son solo algunas coincidencias con su antiguo mandato, ahora sumémosle el descontento que se ha generado por; modificar el trazo del metro segregando la ciudad, afectación de zonas de reserva y construcción sobre cuerpos de agua, profundización de la privatización en la ETB, desmonte de basura cero, desmonte de aguas de Bogotá, reducción en un 40% el presupuesto de la salud, reducción de las ambulancias, privatización de la educación, tiene estancada la terminación de las obras de las universidades que tendrían sede en Bosa y Kennedy, construcciones con prioridad en las concesiones, alianzas público-privadas que impulsa la privatización,  construcción de vivienda en la Thomas Van Der Hammen, Metrovivienda como la entidad líder de la producción de suela para VIS y VIP.

Si queremos le podemos seguir sumando problemáticas como el caso del relleno sanitario de Doña Juana e cual ya cumplió su ciclo y debe tener su cierre definitivo ya que está generando problemas sanitarios en el sector y cuenta con una deuda social que no se ha pagado.

Viendo los planes de desarrollo local la inversión para los sectores de juventud, mujer, grupos étnicos desaparece, el presupuesto para cultura se reduce, queda un 50% para infraestructura lo cual se verá reflejado en mermelada para grandes constructores pagando de esta forma los apoyos para su elección como alcalde.

Podemos seguir numerando temas y nos daremos cuenta que la situación en la ciudad tiene un panorama desalentador, por eso es importante cambiar de alcalde, buscar su revocatoria porque lo que nos estamos peleando es mucho más grande nos, peleamos un modelo de ciudad, va,os por el derecho a la ciudad y el territorio, vamos a seguir construyendo una ciudad para la gente y no una para el servicio del mercado.


Apoyemos con la firma para la revocatoria.

martes, 14 de julio de 2015

PRE ASAMBLEA DE MOVIMIENTOS SOCIALES

Por una agenda ambiental común.
Jardín Botánico de Bogotá. Julio 24 de 2015

Bogotá junio 2015

Hoy nos invitamos a seguir caminando el territorio, a tejer común-unidad, a reconocernos y volver a construir juntos y juntas. Este caminar lo hacemos rumbo a la Bogotá, Cumbre del Clima -BCS- y lo proyectamos hacia la construcción de movimiento urbano ambientalista y una agenda común para defender las bienes comunes y para construir sociedades justas y respetuosas del mundo.

Contexto: Los movimientos de Justicia Climática y en general el movimiento de Justicia Ambiental, adquiere hoy un carácter trasversal a todo el movimiento social. Existe una agenda internacional de movilización que llevará a grandes movilizaciones en París durante la realización de la COP 21ª (Conferencia de Partes de la Convención de Cambio Climático) en diciembre de este 2015.

Los efectos devastadores del cambio climático recaen fundamentalmente sobre las mayorías empobrecidas del planeta; surgen por doquier movilizaciones de víctimas del cambio climático. Los efectos sobre el agua dulce y los mares son enormes; la hambruna deja huellas imborrables; las condiciones para la reproducción social humana están afectándose profundamente; los ecosistemas ven agotar su biodiversidad. La Tierra, nuestra casa, nuestro Oikos, la tierra que somos todos, está herida y sufriendo las consecuencias de haber olvidado los limites físicos, éticos y sociales. El sistema capitalista está poniendo en vilo las posibilidades de vida en este, nuestro mundo.

En el marco del Bogotá Climate Summit que tendrá lugar 20-23 de septiembre (coincide con equinoccio) y que reunirá los alcaldes de las principales ciudades de América Latina, organizaciones del movimiento social, ecologista, espiritual, de mujeres, de niños y niñas, en diálogo con la Alcaldía de Bogotá, estamos impulsando que todos los escenarios estén abiertos para que la agenda de los movimientos sociales se fortalezca. Estamos disponiéndonos para la movilización de nuestras fuerzas y conciencias y para nuevos y creativos esfuerzos de articulación de todos los movimientos sociales, cultural, espiritual y de nuevas ciudadanías.

Nuestra cita es el 24 de julio entre las 8:00 a.m. hasta las 5 p.m.; en la Maloka del Jardín Botánico donde unificaremos criterios, compartiremos experiencias y trabajaremos por delinear nuestro plan, nuestra agenda y nuestro compromiso.

Atentamente
Freskiemos el ambiente

Equipo de impulso. 

miércoles, 1 de julio de 2015

DECLARATORIA  DE LA PRECUMBRE URBANA POPULAR.
BOGOTÁ,  JUNIO 26 y 27 DE 2015.

En el camino que hemos recorrido las comunidades, las organizaciones, los procesos populares y territoriales hacia la Cumbre Popular Urbana, nos hemos reunido desde la diversidad, construyendo confluencias y puntos en común por lo que este proceso es para nosotros, en sí mismo, un gran avance, nos convocamos desde la solidaridad y el reconocimiento, llegamos a la Pre cumbre desde los sueños comunes de transformación, libertad y esperanza en que un mundo y una ciudad diferentes, son posibles.

Esta Pre-Cumbre Popular Urbana no es el principio ni el final, es una fase del proceso que esperamos nos permita seguir avanzando en una propuesta conjunta sobre el territorio, donde el encuentro de la ciudad, lo urbano-rural y la región sea armónico, en donde la felicidad valga más que la rentabilidad, la solidaridad más que la ambición y la libertad más que la gobernabilidad. Aprendimos a ser por nosotros y en función de nosotros, nos proponemos ser con otros y otras, superando las divisiones, la fragmentación, que ha servido a los gobernantes para dominarnos y engañarnos.

Reivindicamos nuestro Derecho a la Ciudad  y al territorio porque reclamamos esta ciudad como nuestra, la de los trabajadores, los y las jóvenes, las mujeres, de todos y todas quienes habitamos los barrios populares, quienes defendemos sus territorios, quienes la vivimos y la luchamos cada día. Contra el neoliberalismo y el individualismo construyendo alternativas culturales, sociales, organizativas, comunicacionales, ambientales de acción y movilización por la ciudad que al mismo tiempo nos ha construido como sujetos sociales, transformadores, sujetos y procesos de esperanza.

Reclamamos nuestro derecho a construir, habitar y disfrutar nuestros territorios en lo que será la Carta por el Derecho a la Ciudad y el territorio, porque desde ella seguiremos caminando todos y todas en perspectiva de la construcción del poder popular y un nuevo modelo de ciudad y región en todos los ámbitos que ello implica, pues la ciudad se ha constituido como el principal centro poblacional, de producción y reproducción ideológica, de expresión de la violencia, por ello es necesario entenderla también como un escenario donde las organizaciones sociales tenemos que desatar nuestra fuerza transformadora para y desde ellas aportar a un país en paz con justicia social.

La ciudad sigue creciendo en sus dinámicas propias de forma desigual, entre otros factores por el conflicto social y armado en Colombia, las lógicas de segregación, exclusión y fragmentación del territorio a partir de los diversos intereses que confluyen en ella por lo que se hace necesario propiciar la construcción de un espacio de encuentro y convergencia de las organizaciones sociales de ciudad, a modo de Cumbre Urbana donde se puedan pensar, soñar, unir, apuestas diversas de habitar y construir ciudad alternativas a la imposición del modelo de ciudad y territorio actuales desde el encuentro de experiencias de trabajo comunitario, popular, social, de base, alternativo, político y académico, que permitan establecer lazos de comunicación y planes de acción común en la construcción de un Gran Movimiento Social y Popular de Bogotá y Cundinamarca.

En  Pre Cumbre Popular Urbana  caminamos para construir acuerdos mínimos  para ganar amigos y amigas, crear lazos de solidaridad y confianza para ir construyendo entre todos y todas una propuesta de ciudad a partir de las agendas de las diferentes experiencias organizadas y no organizadas. Escogimos para su desarrollo el Hospital San Juan de Dios, porque este hospital es de todos, es parte de nuestra historia y nuestras luchas, agradecemos la hospitalidad de sus guardianes históricos, a los compañeros y compañeras de logística, de la comisión metodológica y a cada uno de los que asistieron sin quienes este sueño no hubiera sido real.

Estos dos días de diálogo se desarrollaron con base en los pre encuentros locales,  ganamos experiencia en construir colectivamente  la metodología y alcances de este espacio. En un primer momento, se realizó una presentación de cuatro procesos significativos de la ciudad (Asamblea Sur, Mesa de Cerros Orientales, Coordinadora Cívico Popular de Ciudad Bolívar, Encuentro Popular Sabana), posteriormente en mesas desarrollamos ejercicios de memoria y reconocimiento de las luchas sociales que hemos dado en los últimos veinte años en los territorios. El segundo día se realizó una reflexión crítica sobre las últimas tres administraciones de Bogotá, discutimos elementos para ir formulando una propuesta de modelo alternativo de ciudad y acordamos una ruta de trabajo común para que los pasos hacia la cumbre tengan la fuerza que necesitamos, la certeza que esperamos, el amor con el que trabajamos y la esperanza con la que soñamos.

Luego de dialogar, reconocernos, discutir y compartir hemos decidido asumirnos como compromisos comunes:

Construir y desarrollar una agenda mínima de acción hacia la Cumbre Popular  Urbana en el mes de diciembre de 2015 que consiste en:
1.    Profundizar las discusiones  y avances de la Pre Cumbre Popular Urbana en los siguientes aspectos:
o   Memoria de las luchas urbanas de los últimos veinte años.
o   Caracterización de los conflictos presentes en el territorio e identificación de los puntos comunes de trabajo.
o   Reconocer los avances, debilidades, vacíos y propuestas para desarrollar en los próximos añosa partir del gobierno de Bogotá en los últimos doce años.
2.    Construir  una ruta colectiva que nos permita diseñar alternativas desde los procesos territoriales en relación a un modelo alternativo de ciudad y región que se materialice en una carta de la Ciudad de Bogotá por el derecho a la ciudad.
3.    Construir, movilizar e impulsar:
o   Planes de vida y Mandatos Urbanos Populares para los territorios que garanticen la justicia social, la vida digna y el buen vivir.
o    Procesos de comunicación y formación popular alternativos desde los territorios.
o   Incidir con propuestas construidas desde los territorios en los espacios y encuentros que discutan, propongan y decidan planes y políticas sobre el territorio.
4.    Construir agendas y acciones territoriales con justicia social, incidiendo y tomando parte activa en las decisiones que afecten nuestros territorios, procesos y comunidades.

El camino hacia la Cumbre Popular Urbana debe permitir reconocernos, organizarnos, pero ante todo consolidar un proceso de encuentro y convergencia de los procesos territoriales, comprometidos en la transformación de nuestro  territorio  de luchas, sueños y esperanzas.

Distintas luchas y formas organizativas para construir alternativas en los territorios han sido y son nuestros compromisos por el cambio de modelo. La lucha por el ambiente, los servicios públicos, la educación, el trabajo digno, la soberanía alimentaria, la economía popular, la defensa del territorio, entre otras más, son nuestras consignas en perspectiva del buen vivir para todas y todos. Nos invitamos a no desanimarnos, a superar los problemas que seguramente se presentarán, que tratarán de dividirnos, de desprestigiarnos; pero la dignidad y el bienestar que nos merecemos hace que valga la pena este esfuerzo y muchos más.

Decimos no a la militarización de la vida, no a la privatización de los servicios públicos ni del transporte, no a la paramilitarización del estado ni de los barrios, no a la privatización de la salud ni la educación, no a la estigmatización de los jóvenes, no al patriarcalismo, no a la privatización del agua, no a la precarización laboral, no a la pérdida soberanía alimentaria, no a la gentrificación, no a la destrucción de los páramos, ríos ni humedales, no a la destrucción de los cerros, no a la minería; gritamos si a la vida, a la libertad, a la dignidad y el reconocimiento de todas las comunidades  y al buen vivir en nuestros territorios, seguiremos caminando por la utopía, por la esperanza y la paz con justicia social de cada día, porque la paz son cambios.

Compartimos y acogemos como consignas de la Cumbre Popular Urbana las siguientes:

“NINGUNA DECISIÓN SOBRE NOSOTROS SIN NOSOTROS”.

“NO SE TRATA DE UN PARTIDO NUEVO, NI DE UN MOVIMIENTO NUEVO,  SE TRATA DE UNA NUEVA FORMA DE ORGANIZACIÓN DE LOS NO ORGANIZADOS”.
“EL PODER POPULAR EMANA DEL PUEBLO MISMO”

martes, 16 de junio de 2015

Vivienda y hábitat: La eterna deuda del Estado con los sectores populares

Entre Redes
Grupo de formación e investigación “Orlando Fals Borda”
Gloria Bermúdez-Barrera
Alexis Casallas-Torres

“A la memoria de Carlos y mi abuelo”
Mi abuelo llegó a Bogotá en la década de los sesenta, huyéndole al hambre y la pobreza que azotaba diferentes regiones de Boyacá. Además de unas cuantas ruanas y dentales que trajo y que vendió en las calles de la ciudad para ganarse la vida, traía consigo un sueño, conseguir una casita para él, mi abuela, mi mamá y mis 6 tías. Luego de varios años de trabajar como vendedor callejero logró comprar y construir su lote. Desafortunadamente la mayoría de mi familia no ha contado con  la misma suerte.
Desde la llegada de mi abuelo a Bogotá, han sido cientos las falsas promesas de vivienda que han hecho los gobiernos de turno, miles los “generosos” políticos que han prometido vivienda propia, y varias las políticas públicas de vivienda que han terminado en un completo fracaso. Las cosas no han cambiado mucho en estos 50 años, la promesa de vivienda propia sigue siendo el más eficaz anzuelo de los políticos para la pesca de electores, y todavía son millones los/as colombianos/as que sueñan tener algún día su casita propia. Ante este panorama vale la pena preguntarnos ¿por qué no se ha logrado solucionar el problema de déficit de vivienda propia para millones de colombianos/as? Y frente a esta situación ¿Cómo desde las experiencias de las comunidades podemos construir una propuesta política que garantice nuestro derecho a la vivienda?
El déficit de vivienda: De mal en peor
En la actualidad Colombia tiene uno de los déficits más altos de vivienda de la región, afectando a cerca del 40% de los hogares. En el caso concreto de Bogotá, según el CENAC[1] para el 2011 el 41,4 por ciento de los hogares estaba en arriendo, el 40,3 por ciento tenía vivienda propia, el 3,5 por ciento residía en usufructo y el 2,3 por ciento restante tenía otra forma de tenencia. Las localidades con mayor déficit de vivienda son Ciudad Bolívar (56,8%), Usme (53,3%), Mártires (51,9%) y Rafael Uribe (51,4%).
A pesar de lo preocupantes que son las cifras la solución al déficit de vivienda no está a la vista, por el contrario este tiende agudizarse de la mano del incremento constante de los precios de la vivienda en la ciudad, tener casa propia en Bogotá es un sueño que sube y sube de precio. Se calcula que en los últimos 10 años el precio de la vivienda ha subido en un 160%, como lo informó en abril de este año el DANE.

La especulación ha sido y es el ama y señora del mercado de la vivienda en Bogotá. Hace 15 años una vivienda en estrato 2 que valía 20 millones de pesos, hoy cuesta entre 80 y 90 millones. Sin embargo, ha sido en los últimos años que los precios han crecido desmesuradamente, por ejemplo, el costo del metro cuadrado en Santa Bárbara Central (al norte de la ciudad) se incrementó un 100% en tan solo dos años, al pasar de 5 millones de pesos que valía en el 2011 a 10 millones en el 2013. Es más, aunque parezca absurdo, hay barrios exclusivos de Bogotá en los que el precio del metro cuadrado es igual al de algunas zonas de Miami o Nueva York. Los desmesurados costos de la vivienda en Bogotá han impedido que miles de hogares puedan acceder a una vivienda propia, o que para hacerlo tengan que recurrir a la banca privada para obtener un abusivo crédito bancario. Según Libardo Sarmiento, entre el periodo de octubre 2013-septiembre 2014, el valor de los créditos para vivienda nueva y usada aumentó 18,3 y 4,7 por ciento, respectivamente.

Lo más inquietante de esta situación es que de la mano de los crecientes costos de la vivienda en Bogotá se ha encarecido el costo del canon de arrendamiento.  Ante la imposibilidad de miles de hogares de tener vivienda propia la mayoría de estos debe tomar casas, apartamentos y habitaciones en arriendo. Según Fedelonjas en Bogotá el 46,2% de los hogares están en condición de arrendatarios o subarrendatarios.
De hecho Bogotá, según el BID, es la ciudad de América Latina donde más gente vive en arriendo, y una de las más costosas para vivir. Por ejemplo, arrendar un apartamento en el estrato 3 y 4 cuesta en promedio $850.000 y el ingreso anual para un ciudadano es de $14’840.000, mientras que en Sao Paulo (Brasil), que maneja un precio de arrendamiento igual al bogotano, sus habitantes devengan $21’715.000. Sin embargo, el problema es más difícil para las familias sin vivienda propia que devengan hasta un (1) SMMLV ya que deben destinar aproximadamente el 60% de su ingreso mensual al pago de arriendo, lo que es una cifra excesiva para un hogar pobre, como lo indica el experto en urbanismo de la Universidad Nacional Carlos Torres.
¿Y cómo responde el Estado a esta situación?
La respuesta del Estado frente a esta problemática ha sido equivocada e insuficiente. Como lo señala Carlos Torres, Bogotá arrastra con un déficit de vivienda histórico,  según el Plan de Ordenamiento Territorial -POT- del año 2000 para el 2010 se debían construir 500.00 nuevas edificaciones en la ciudad, eso quería decir que cada año se tenía que levantar 55.000 nuevas viviendas, para solucionar el déficit.   En Bogotá el déficit para agosto de 2007 era de 325.795 unidades habitacionales, de las cuales 175.899 correspondían al déficit cuantitativo[2] y 149.896 al déficit cualitativo[3]  con lo que el déficit de vivienda ha terminado por perpetuarse y agudizarse.
En estas últimas décadas el Estado ha sido incapaz de garantizar a millones de colombianos y colombianas el goce pleno del derecho a una vivienda digna. Esto se ha debido, en primer lugar, a que el Estado se ha concentrado en favorecer los intereses económicos tanto de los grandes emporios de la construcción como del sector financiero a costa del bienestar de los/as ciudadanos/as; en segundo lugar, porque las políticas públicas en materia de vivienda están pensadas para incentivar el mercado de la vivienda, mediante estímulos económicos a las constructoras y  subsidios a la demanda, y no para cumplir con su deber constitucional; y por último, porque al dejar en manos de la empresa privada la construcción de viviendas estas han estado más preocupadas en aumentar sus márgenes de utilidad, negando el acceso a los créditos de vivienda a los más pobres y entregando viviendas de mala calidad y sin los equipamientos y dotaciones urbanísticas mínimas –parques, jardines infantiles, zonas verdes, etc.
Una demostración de esto es la actual política de vivienda del gobierno de Juan Manuel Santos que se ha centrado en entregar “viviendas” gratis para las personas más vulnerables[4]. Esta iniciativa no ataca el problema de déficit de vivienda, varios de los subsidios prometidos no están llegando realmente a los hogares menos favorecidos, además es una política que no se encuentra articulada con una política integral de hábitat, son viviendas sin dotación en infraestructura como colegios, guarderías, vías para la movilidad, lugar de empleo. Por último,  las comunidades que en el pasado construían alternativas para edificar sus  viviendas, a través de las asociaciones de vecinos, invasiones etc., ahora se ven fragmentadas con las políticas del mercado inmobiliario que construye edificios en zonas periféricas sin planeación urbanística, y  sin acompañamiento para las comunidades en cuanto a temas de convivencia y seguridad.
Vivienda digna: Desde y para las comunidades.
Frente al claro fracaso de las políticas públicas del Estado en materia de vivienda, las comunidades, organizaciones y movimientos sociales populares debemos construir un modelo alternativo de ciudad en la que el derecho a la vivienda sea una prioridad. En este sentido una propuesta mínima al respecto debería contemplar lo siguiente: a) el Estado debería ser el principal promotor y garante de la oferta de vivienda en el país, y no actuar solo como agente regulador del mercado de la vivienda; b) El Estado no puede seguir promoviendo modelos de desarrollo urbanístico que acentúan y profundizan la segregación y exclusión espacial; c) por ello, la responsabilidad del Estado no se restringe a la oferta de vivienda sino que implica el dotar los territorios con toda la infraestructura necesaria para el goce de derechos como la salud, educación, cultura, recreación y al ambiente; d) la política de vivienda debería tener un enfoque territorial con amplia participación de las comunidades en su definición; y por último, e) en este sentido, la política pública debería construirse desde el reconocimiento de que existen muchas experiencias comunitarias exitosas para satisfacer la necesidad de vivienda.
Mi abuelo ya no está,  su casa es habitada por algunas de mis tías y sus familias, ellas continúan albergando el sueño de tener su casa propia  en territorios con parques, colegios, centros deportivos y culturales, guarderías, vías de acceso, transporte público, en los que ellas y sus hijos e hijas puedan vivir dignamente. Sueño que debemos construir entre todas y todos para lo que nos estamos juntado en la Cumbre Popular Urbana, una iniciativa de diferentes organizaciones sociales y comunitarias de Bogotá que nos venimos encontrando para compartir nuestras experiencias de resistencia  y luchas por condiciones de vida diga en nuestros territorios. Nuestra próxima cita será en el 26 y 27 de Junio en el Hospital San Juan de Dios donde vamos a construir participativamente una agenda social por el derecho a la ciudad.





[1] Centro de Estudios de la Construcción y el Desarrollo Urbano y Regional
[2] Estima la cantidad de viviendas que la sociedad debe construir o adicionar para que exista una relación uno a uno entre las viviendas adecuadas y los hogares que necesitan alojamiento, es decir, se basa en la comparación entre el número de hogares y el número de viviendas apropiadas existentes.
[3] Hace referencia a las viviendas particulares que presentan carencias habitacionales en los atributos referentes a la estructura, espacio y a la disponibilidad de servicios públicos domiciliarios y por tanto, requieren mejoramiento o ampliación de la unidad habitacional en la cual viven.


[4] La política de focalización de subsidios para las viviendas gratis es para personas en condiciones de desplazamiento forzado que hacen parte de la Red Unidos y a hogares afectados por los desastres naturales o que habiten en zonas de alto riesgo no mitigable. Sin embargo, desconoce otra serie de familias en condiciones de pobreza extrema y condiciones de vulnerabilidad alta, como subempleados, madres cabeza de familia, etc.